¿Es bueno llamar después de una entrevista de trabajo? Consejos Prácticos

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Muchos nos preguntamos cuáles son las formas más efectivas de destacar en un proceso de selección. ¿Llamar después de una entrevista de trabajo será bueno? ¿debemos esperar o deberíamos tomar una actitud proactiva?, ¿se ha imaginado salir de una entrevista y encontrarse en esta encrucijada? (si es que no le está pasando ahora mismo). Acompáñenos con la lectura de este artículo mientras profundizamos en si es recomendable hacer una llamada después de la entrevista y le brindamos consejos prácticos sobre cómo hacerlo.

Índice de Contenidos
  1. La Primera Impresión Después de una Entrevista
  2. ¿Por qué considerar llamar después de una entrevista?
  3. Cuándo NO es recomendable llamar
  4. Conclusión

La Primera Impresión Después de una Entrevista

¿Sabías que el primer contacto después de una entrevista puede ser tan crucial como la propia entrevista? Sí, ha leído bien.

La emoción de ese último apretón de manos, ese último intercambio de sonrisas y la puerta cerrándose tras de ti. Acabas de terminar una entrevista de trabajo y te envuelve una mezcla de alivio a la vez ansiedad. Sin embargo, la primera impresión no termina al salir de la sala de entrevistas. De hecho, lo que haga inmediatamente después puede ser igual de decisivo.

¿Se ha preguntado alguna vez por qué algunas películas tienen escenas post-créditos? Esas escenas suelen dejar una impresión duradera y te mantienen pensando en la película durante días. De la misma manera, tus acciones después de una entrevista son como esas escenas. Pueden reforzar o cambiar la percepción que el entrevistador tiene de ti. Creemos que la situación post-entrevista es una prolongación de la propia entrevista. Es una oportunidad para afianzar la gran impresión que has dejado o, en algunos casos, para mejorar una impresión que puede no haber sido la ideal.

Entonces, ¿qué puede considerarse como una "buena" primera impresión después de la entrevista de trabajo?

  • Ser agradecido por el tiempo del entrevistador: Enviar un simple correo electrónico o una nota de agradecimiento el mismo día o al día siguiente puede marcar una diferencia significativa. Este gesto demuestra tu profesionalidad y agradecimiento por la oportunidad brindada.
  • Reflexionar sobre la entrevista: Sugerimos tomarte un momento para repasar mentalmente que fue lo que ocurrió durante la entrevista. ¿Hubo alguna pregunta que te puedo haber tomado desprevenido? ¿Dijiste algo que te gustaría aclarar? Son detalles que podrías abordar en tu comunicación de seguimiento.
  • Evitar el acoso: Aunque el seguimiento es esencial, no lo podemos negar, ser demasiado persistente puede jugar en contra. Imagina estar en una primera cita y recibir después docenas de mensajes de texto. Podría ser abrumador, ¿verdad? Pensamos que lo mismo ocurre en este caso. La clave o lo más importante está en encontrar el equilibrio.

Tu comportamiento después de la entrevista es como el eco de una buena canción: puede reforzar el deleite original o, si está desafinado, puede arruinar toda la experiencia. Así que, al igual que afinaríamos un instrumento antes de un gran concierto, no olvidemos afinar nuestras acciones posteriores a la entrevista para causar una impresión armoniosa y memorable.

¿Por qué considerar llamar después de una entrevista?

En un mundo cada vez más digitalizado, donde los correos electrónicos (e-mails) y los mensajes de Whatsapp dominan la comunicación, hacer una llamada telefónica puede parecer un poco antiguo o anticuado. A veces, sin embargo, lo "anticuado" tiene su encanto y eficacia. Llamar después de una entrevista no es sólo un acto de cortesía, sino que puede ser una estrategia clave en tu proceso de búsqueda de empleo. Te contamos por qué:

Demostrar interés genuino

En algún momento de nuestra vida hemos tenido o tenemos una persona que nos ha hecho sentir especiales, ¿verdad? Pues así es un proceso de selección. Las empresas entrevistan a muchos candidatos y, a menudo, lo que les diferencia no es sólo su experiencia o sus competencias, sino su interés y entusiasmo por el puesto laboral. Llamar es una forma concreta de demostrar que realmente quieres el trabajo y que estás comprometido. Es como cuando, tras una primera cita prometedora, una de las partes toma la iniciativa de llamar y decir: "Me la he pasado muy bien juntos".

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Aclarar dudas o preocupaciones

Imagina que estás leyendo un libro interesante, pero hay una página doblada que te impide comprender del todo la historia. Llamar después de una entrevista puede ser esa oportunidad de enderezar la página y hacerse una idea más clara. Durante la entrevista, puede haber algunos aspectos de la empresa que sigan sin estar claros. Una llamada de seguimiento es la oportunidad perfecta para resolver cualquier duda que pueda quedar.

Reforzar tu marca personal

Piensa en tu marca personal como en una melodía. Del mismo modo que algunas canciones hay que escucharlas varias veces para poder apreciarlas de verdad, una llamada posterior a la entrevista te da otra oportunidad de reforzar quién eres y el valor que aportarás. Es tu oportunidad de impactar en la mente del entrevistador, recordándole tus puntos fuertes y porqué eres el mejor para el puesto de trabajo. La intención es desembocar en la contratación o una segunda entrevista laboral, y como se menciona en este artículo externo: Consejos para superar la segunda entrevista laboral  es clave haber dejado una buena primera impresión para ir a por la segunda.

Cuándo NO es recomendable llamar

Saber cuándo no actuar es tan importante como saber cuándo actuar. En el complicado proceso de la búsqueda de trabajo, hay momentos en los que la paciencia y la prudencia son más valiosas que la acción. Al igual que en un baile, donde cada paso y cada pausa tienen su momento, hay situaciones en las que levantar el teléfono puede no ser la mejor jugada. Exploremos algunos de esos momentos:

Cuando se indica un período de espera específico

Es esencial escuchar y respetar las indicaciones de los reclutadores o entrevistadores. Si le han dicho que se pondrán en contacto con usted en dos semanas, respete ese plazo. Llamar antes puede transmitir impaciencia o, peor aún, que no sabes seguir indicaciones. Imagine que está horneando un delicioso pastel y, aunque la tentación es grande, sabe que abrir el horno demasiado pronto puede estropearlo. Del mismo modo, es esencial dar a los reclutadores el espacio que han solicitado.

Si ya te has comunicado varias veces

La perseverancia es valiosa, pero una insistencia excesiva puede ser contraproducente. Imagina que estás en un lago tranquilo, y cada vez que lanzas una piedra, creas ondas en el agua. Las ondas chocan entre sí, provocando el caos. Lo mismo puede ocurrir con las llamadas telefónicas o el envío de correos electrónicos constante e insistentemente. Si ya has hecho un seguimiento y no has recibido respuesta, tomarte un descanso puede ser la mejor opción. Recuerda que no quieres ser percibido como el candidato que no sabe cuándo parar.

Si percibes desinterés en el reclutador

La empatía es una habilidad clave en cualquier proceso de comunicación. Si durante la entrevista o en comunicaciones posteriores percibes desinterés o desgana por parte del reclutador, probablemente llamar no sea la mejor opción. Al igual que en una conversación en la que alguien se muestra evasivo o distraído, forzar la situación podría empeorar las cosas.

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Conclusión

Llamar después de una entrevista es una poderosa herramienta de que disponemos a nivel profesional. Sin embargo, como cualquier herramienta, su eficacia depende de cómo y cuándo la utilicemos. Aunque hay ocasiones en las que una llamada puede reforzar nuestra imagen y demostrar un interés genuino, también hay otras en las que sería más prudente mantener la distancia y simplemente esperar. La clave aquí, como en otros muchos aspectos de la vida profesional y personal, es la autenticidad. Cuando nuestras acciones provienen de un auténtico interés y respeto, es más probable que resuenen positivamente en los demás. Es como cuando escuchamos una canción que, aunque sencilla, nos llega al corazón por su sinceridad y emoción.

Así que, la próxima vez que te encuentres pensando si llamar o no después de una entrevista, recuerda: no se trata sólo de la acción en sí, sino de la intención que hay detrás. Hemos compartido consejos contigo y confiamos en que tomes la decisión que mejor se adapte a tu situación y te acerque a tus objetivos profesionales. Adelante, y que cada paso que des te acerque a tus sueños.

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